Retablo del Santo Cristo

1. Descripción

Retablo renacentista ubicado en el lado del Evangelio, compuesto por sotobanco, mesa de altar, banco, cuerpo central de tres calles y cierre superior.

Sotabanco: Aparecen los escudos de armas de los Sangineses y paneles con decoración de casetones. Se aprecia en todo el sotabanco una policromía repintada sobre el plateado original.

Banco: Presenta cuatro lienzos pintados al óleo cuyo tamaño viene condicionado por la anchura de las calles y columnas del cuerpo central (80 x 70 cm). Representan escenas de la pasión.

En el centro aparece un sagrario extemporáneo al retablo, que fue colocado en algún momento como añadido, respondiendo a un condicionante litúrgico pero no correspondiendo al conjunto original. Tal modificación implicó una mutilación del banco, para adecuarlo al nuevo altar con sagrario. Igualmente ocurre con las gradas que aparecen en su base, tampoco pertenecen al conjunto original, presentando una decoración de un estilo posterior, más barroco.

La mazonería del banco está dorada al agua.

Cuerpo del retablo: Compuesto por una calle y dos alerones laterales. La calle central del cuerpo principal (de 2 x 2,40 m) la ocupa la escultura del Sto. Cristo y su cruz, policromado al óleo, cuyas medidas aproximadas son 4x1,80 m. Flanquean la calle dos pares de columnas estriadas helicoidales. Cierran el cuerpo central lateralmente, dos alerones representando seres fantásticos, de cabeza y pies humanos y cuerpo de volutas vegetales. Policromados y dorados al agua. Termina en un entablamento con frontón de volutas partido. La mazonería del cuerpo central está dorada al agua. El remate consta de un lienzo con la representación del Ecce Homo ante Pilato.

La mazonería del retablo es de madera tallada, policromada, dorada y estofada. Fijado y anclado al muro con sistemas y sujeciones de la época. El soporte de los lienzos es tablazón de madera.

Las telas soporte de las pinturas al óleo, son de lino. Todas ellas se encuentran tensadas sobre tabla, claveteadas sobre su soporte sin que aparezca ningún elemento más, ni de sujeción ni decorativo. Sólo clavos de forja fijando el contorno de los lienzos.

2. Restauración

2.1. Extracción de polvo

La eliminación de polvo acumulado sobre la mazonería y los lienzos se realizó por extracción, barriendo con paletinas suaves de pelo de poney y colocando en las proximidades la boca de mangueras de aspiradores industriales.La extracción de depósitos acumulados en la parte posterior del retablo se hizo mecánicamente. La labor de desescombrado facilitó la correcta ventilación del retablo, que necesita de la aireación para sufrir menos deterioros por humedades.

2.2. Desinfección

La desinsectación para eliminar ataques de xilófagos y otros microorganismos se realizó por impregnación y sublimación. Como desinfectante se usó Xilamón T Especial y paradiclorobenceno, aplicándolos únicamente en las zonas de madera vista, en la parte trasera. Este tratamiento cumplirá una función preventiva.

2.3. Fijado o sentado de color

Se fijó la preparación y policromía deficientemente adheridas, con adhesivos de colas proteicas y humectantes. Se aplicó la cola caliente con pincel o jeringuilla, tras haber humectado previamente con agua desionizada y etanol para facilitar la penetración del adhesivo. Nos valimos asimismo de espátulas térmicas en las zonas que lo requieron.

2.4. Consolidación de la madera

Se consolidaron las zonas de soporte que fueron debilitadas por el ataque de la carcoma, mediante la aplicación de resinas consolidantes. Utilizamos Paraloid B72, disuelto en tolueno, aplicado puntualmente, por impregnación, en aquellas áreas donde existía pérdida y debilitamiento de la estructurasoporte.

2.5. Reposición de volúmenes, ajuste de piezas, eliminación de elementos extemporáneos

El volumen perdido en cornisas y volutas se reintegró con resinas epoxídicas en injertos de madera. No se reintegraron todos los volúmenes perdidos; la intervención se ocupó de aquellas pérdidas que el equipo responsable consideró necesario reponer, para garantizar una funcionalidad digna del retablo y facilitar la correcta comprensión de la obra.

El movimiento de los paneles y otros elementos, ligeramente desplazados no fue corregido más que en el caso del cuerpo de cierre, dado que el peso no descargaba correctamente en las dos columnas que debían sustentarlo. Una soportaba todo el peso y la otra se hallaba excesivamente suelta. Corregimos esta deformación calzando la columna con cuñas y reforzando algunos ensambles con escuadras y tornillos.

En la interrupción existente entre el sotabanco y el frontal de altar, realizamos un cierre de madera, reconocible, de celosía, entonado con tonos neutros, para evitar lagunas de soporte y facilitar la aireación del retablo.

El volumen perdido en el banco, aquel que se eliminó para colocar el sagrario en el plano de los lienzos, fue reintegrado para devolver la estética y, sobre todo, la estructura original del retablo. Realizamos una reintegración de volumen en madera de pino, continuando las molduras del zócalo y las de la cornisa del banco, y colocando una pilastra central que divide y estructura los dos lienzos. Para su conservación era necesario un soporte que les devolviera la tensión y estabilidad que perdieron, dado que por cuya ausencia se provocaron graves deterioros.

Las piezas extemporáneas, como el sagrario y las gradas, fueron apartadas del conjunto del retablo, con el fin de recuperar el aspecto original del mismo y la lectura de los lienzos antes ocultos y deteriorados por la presencia del sagrario.

Se eliminaron clavos de forja y otros elementos añadidos por medios mecánicos. Y se cerraron los orificios y perforaciones del soporte, con injertos de madera y resinas epoxídicas.

2.6. Limpieza físico- química

En esta fase se procedió a la eliminación de barnices oxidados, de suciedades grasas acumuladas y de gotas de cera, tras haber efectuado pruebas de solubilidad, que nos aproximaron al conocimiento y la naturaleza de estas capas, para así elegir los disolventes apropiados.

Se utilizaron disolventes orgánicos, etanol, aplicados con hisopos y la solución tampón acuosa pH 5,5 de P. Cremonesi. Nos ayudaremos también de bisturíes y escalpelos, métodos mecánicos, para limpiar en las zonas más conflictivas.

2.7. Eliminación de repintes

Las capas polícromas superpuestas a la decoración original del sotabanco, fueron eliminadas con medios químicos para recuperar la sobriedad original que poseía la obra.

Utilizamos apósitos de algodón impregnados en etanol de 100º e hisopos de algodón para retirar los restos de la remoción.

2.8. Estucado- desestucado

Se reintegraron las zonas de pérdidas con estucos a base de sulfato cálcico y colas de proteínas, aplicados en caliente y con pincel, desestucando posteriormente a nivel, con bisturíes.

Memoria de restauración. Retablo del Sto. Cristo. Real basílica de S. Lorenzo. Huesca

2.9. Reintegración cromática

Las pequeñas zonas de pérdida de la capa pictórica se reintegraron con técnicas

imitativas, con acuarelas. En el caso del soporte que se reintegró en el fondo del Sto. Cristo (una tabla desaparecida y las zonas no policromadas ya referidas en la descripción; las mayores pérdidas de capa pictórica del conjunto del retablo), se reintegraron cromáticamente de modo imitativo y legible, esto es, realizamos un una decoración emulando la decoración de estofado original pero sin el oro subyacente y las rayitas incisas.

La reintegración de mazonería de la predela se doró con la técnica “al agua”.

Memoria de restauración. Retablo del Sto. Cristo. Real basílica de S. Lorenzo. Huesca

2.10. Desmontaje de los lienzos y desclavado

Ayudándonos de un sistema de andamios, desclavamos el lienzo superior del retablo, para proceder al tratamiento de restauración una vez exento.

El desclavado de todos los lienzos consistió en separar los lienzos de su soporte de tabla. Se eliminaron los clavos de forja que sujetan las telas al soporte de tablas y se volvieron a clavetear, en un tablero inerte, para mantenerlas siempre en tensión. Los clavos provisionales que colocamos se situaron en el perímetro de las telas.

2.11. Empapelado de protección de los lienzos.

Para poder tratar y manipular correctamente y con seguridad los lienzos, sin dañar la capa pictórica, se realizó un empapelado de protección que cumplió la función de soporte provisional de la pintura.

Una vez comprobada la naturaleza grasa de la capa pictórica, mediante disolventes, pasamos a realizar el empapelado adhiriendo papel de seda con colas proteicas (de conejo) aplicadas en caliente.

2.12. Preparación de los lienzos originales

Eliminaremos por la parte posterior la suciedad acumulada y la oxidación superficial de las telas, para sanear el lienzo y facilitar la adhesión de los productos utilizados para la ampliación de bordes, la colocación de injertos y o el entelado. Se realizará con papeles de lija fina, manipulados en sentido diagonal respecto a las tramas y urdimbres.

2.13. Adhesión de bandas, colocación de injertos y parches

La adhesión de bandas en los bordes consistió en ampliar el perímetro de los lienzos, adhiriendo bandas de tela sintética. Utilizamos beva film como adhesivo y se activó con calor. Con este tratamiento conseguimos posteriormente tensar los lienzos y colocarlos en sus nuevos bastidores correctamente.

Se prepararon injertos para reforzar aquellas zonas de soporte que se habían degradado o perdido por la oxidación de los clavos, por quemaduras, impactos o desgarros. Se realizaron injertos con tela de lino fatigada y adaptados a la forma y tamaño de la laguna, se fijaron con parches de refuerzo (entelados parciales) realizados con telas acrílicas inertes, que se fijaron al lienzo original adhiriéndolas con beva film, activada con calor.

2.14. Desempapelado del lienzo

Para eliminar el soporte provisional de papel, se reactivó el adhesivo proteico que lo fijaba aplicando vapor de agua (humedad y calor). Con este proceso es posible eliminar fácilmente los papeles de seda y la cola adhesiva, sin dañar la capa pictórica.

2.15. Colocación en el bastidor

El lienzo del remate se sujetó a un nuevo bastidor claveteando el perímetro con tachuelas de acero inoxidable. El nuevo bastidor está tratado para evitar ataques de xilófagos, es móvil, con cuñas para ajustar el tensado y tiene las aristas rebajadas para evitar marcas en la capa pictórica. Conseguimos así darle la tensión necesaria para evitar deformaciones (Se probó primeramente a colocarlo de nuevo en su tabla original, pero este método no permitía darle la tensión necesaria y el lienzo volvía a adquirir las deformaciones que encontramos al principio de nuestra intervención. Consideramos que volvía a demostrarse, por segunda vez, que no era la tensión adecuada para su conservación).

Los lienzos centrales del banco, que habíamos desclavado para un tratamiento del soporte más exhaustivo, se reforzaron con un panel de madera, cumpliendo la función de soporte intermedio para proporcionarles la tensión necesaria. Se recolocaronn en su ubicación original, claveteando el perímetro con tachuelas de acero inoxidable.

Se añadieron unos junquillos moldurados claveteados en el perímetro de los lienzos, a modo de delgados marcos, como elemento disuasorio, para aportar mayor seguridad a la obra.

2.16. Estucado y desestucado

Las zonas de pérdida de preparación se rellenaron con estuco compuesto de sulfato cálcico y cola proteica. Se aplicó en caliente, con pincel, y se desestucó, una vez seco, con bisturíes, hasta lograr el nivel de la policromía.

2.17. Limpieza

En primer lugar se realizaron pruebas de solubilidad para determinar los disolventes que resultaran adecuados.

En esta fase se procedió a la eliminación de barnices oxidados y de otras suciedades grasas y magras acumuladas. Se utilizó etanol aplicado con hisopos y la solución tampón acuosa pH 5,5 de P. Cremonesi.

Las gotas de cera fueron eliminadas con espátula térmica y papel japón.

Hay que reseñar que eliminamos las capas más burdas y oxidadas de barnices pero respetamos el más antiguo, quizás original. De modo que la limpieza fue un tratamiento selectivo, no realizado en profundidad, para procurar una intervención poco agresiva para la obra.

2.18. Reintegración pictórica

La reintegración pictórica se realizó con una técnica mimética puesto que se trataba de pequeñas lagunas, utilizamos acuarelas y pigmentos al barniz.

Memoria de restauración. Retablo del Sto. Cristo. Real basílica de S. Lorenzo. Huesca

2.19. Protección

Para concluir, como última fase de la restauración de los lienzos, se aplicó a toda la superficie pictórica una capa de barniz de resinas acrílicas disueltas en disolvente orgánico (paraloid B-72 disuelto al 10% en W.S.).